#81. Ser vivo con pene que piensa que es mujer.
La entrada anterior acababa aludiendo al cambio de sexo como una nueva conquista del espíritu. Es difícil para muchos aceptar que la biología pueda ser derribada por el espíritu o por el “yo” o por la libertad. Creo que en esto los católicos encuentran muchas más dificultades de comprensión. Para un alemán admirador de Lutero es mucho más fácil aceptar semejante cosa. A Hegel se le ocurrió que la Historia de la Humanidad tiene un argumento y que este argumento es el de la lucha por la libertad, ya que la esencia del espíritu es la libertad. De todos modos habría que considerar la posibilidad de que Hegel estuviera equivocado… Es raro que un hombre de esa inteligencia y de esa sabiduría se equivoque, pero podría haber ocurrido: que Hegel se confundiese en alguna cosa en ese sistema filosófico. También cabe otra posibilidad… Creo que una posibilidad mucho más plausible. Siendo la mayor parte de los hombres menos inteligentes que Hegel, pero aun así siendo los hombres lectores de las obras de Hegel, podría darse el caso de que muchos de esos hombres se equivocasen al interpretar esas obras, o alguna de esas obras, o alguna parte de alguna de esas obras. Se sabe que de Hegel salieron muchas corrientes de pensamiento, o sea, muchos hombres que, habiendo leído las mismas obras, concluyeron cosas diferentes. ¿Esto podría significar que la obra de Hegel presenta complejidades oscuras difíciles de resolver? ¿O podría significar que la obra de Hegel es tan compleja que provoca en otros la necesidad de crear su propia filosofía?
Para Hegel, el hombre, a diferencia del animal, es un ser pensante y que, además, no puede dejar de pensar. Y esto tiene importantes consecuencias para la Historia: “Apelar a la universal participación del pensamiento en todo lo humano y en la Historia puede parecer insuficiente, porque estimamos que el pensamiento está subordinado al ser, a lo dado, haciendo de este su base y guía. A la filosofía, empero, le son atribuidos pensamientos propios, que la especulación produce por sí misma, sin consideración a lo que existe; y con estos pensamientos se dirige a la Historia, tratándola como un material, y no dejándola tal como es, sino disponiéndola con arreglo al pensamiento y construyendo a priori una Historia”. (Este texto está en la contraportada del libro de Hegel “Lecciones sobre la filosofía de la Historia universal” de la editorial Alianza).
En la historia de la filosofía Hegel es el idealismo absoluto. Creo que el texto anterior puede ayudar a saber en qué consiste el idealismo: consiste, si lo he entendido bien, en colocar al “yo” como primer principio y de él deducir la realidad. (Supongo que lo habré entendido mal porque me parece alucinante que Hegel haya pensado tal cosa. Y no fue él el único que anduvo por ahí pensando este tipo de cosas. Antes ya lo hicieron hombres que son nombrados como importantes en cualquier Historia de la filosofía; Fichte y Schelling ya pensaron algo parecido. Incluso Fichte tendría el mérito de haber sido el primero en atreverse a pensar de ese modo. ¿O sería mejor colocar a Descartes como el primero? Por lo que he leído todo parte de Kant con su “yo pienso”. Fichte superaría este “yo pienso” con algo parecido a un “yo creo”. Fichte coloca un yo puro como iniciador de todo. Esta es la gran novedad de Fichte con respecto a Kant: colocar este yo puro al principio).
O sea, de repente, el hombre se encuentra solo y él solo empieza a pensar y gracias a este pensamiento crea lo que está ahí fuera de él. Y podría ser tal el poder de este pensamiento que tiene el hombre que crease cosas de la nada. ¡Vaya diversión más maravillosa para cualquier hombre! ¿Por qué pensaron de este modo?, ¿había una necesidad de pensar así? ¿Se trataba de no estar sujeto a la realidad?, ¿eso era lo que se buscaba? Realmente se ve que el idealismo lo consiguió. No hay pensamiento más liberador que este. A partir de él se puede pensar lo que uno quiera, pero no solo de uno mismo, sino también de los demás, y no solo del presente sino también de los hechos pasados. Por ejemplo, uno puede pensar lo que se le antoje sobre el descubrimiento de América. Puede decir, por ejemplo, que Cristóbal Colón se hizo famoso por haber sido el último en llegar a América. Nadie se lo puede discutir, nadie le puede tachar de loco por pensar de esa manera, y cuando digo nadie, es nadie, ni la reina de Dinamarca, con suaves palabras, se lo puede discutir. Por supuesto, ni el mismísimo Cristóbal Colón, si resucitase, lo podría discutir.
Pero me imagino que estoy fallando en algo, algo se me está escapando, algo no he entendido bien… Supongo que el idealismo alemán será otra cosa… De todas formas, gracias a entender mal esta filosofía, gracias a este error, puedo abrir mi propio camino filosófico… Quiero decir que si no me equivocase, no podría pensar de un modo diferente a como piensan otros. La única posibilidad de distinguirme del resto es pensar equivocadamente. Incluso, creo que el error me hace más humano. Por eso creo que es bueno introducirme en algo tan difícil como es la filosofía de Hegel. Hegel lleva al error más fácilmente.