Siendo las cosas del mundo tan inconstantes, que un día se está ilusionado con una idea y al poco tiempo esa idea carece por completo de interés; siendo las cosas del mundo tan engañosas, que un día creemos que somos capaces de las más grandes proezas; siendo el dinero lo que es en el mundo; siendo la belleza de los cuerpos y de los rostros lo que es en el mundo, significando lo que significa, etcétera; siendo el trabajo en las cadenas de producción de las fabricas lo que es, lo que significa; siendo el que obró justamente condenado en muchas ocasiones por los tribunales de justicia; queriendo algunos hombres mandar sobre otros; viendo que el mundo cada vez es un lugar más inhóspito para los hombres de buena voluntad; habiendo sido Cervantes uno de los más grandes hombres que la humanidad ha dado, siendo su obra de fácil acceso para todos pero sin embargo apenas leída y menos comprendida en su trascendental profundidad y mucho menos tomada en serio; siendo en general los libros escritos por los hombres no tomados en serio, siendo considerados como literatura, algo apenas importante para la vida, algo que solo debe ser mero entretenimiento o solo ocupación de eruditos y profesores de universidad; siendo todo esto así... ¿cómo es posible que las madres y los padres, los abuelos y los tíos, la comunidad en general, hagan una fiesta con la llegada de un nuevo ser humano a este mundo? Las posibilidades de que ese ser humano sea un imbécil integral son hoy un millón de veces mayores que hace quinientos años. Las posibilidades de que este ser humano se vea acorralado por ideas y opiniones necias son dos millones de veces superiores a las que un ser humano tenía hace cien años, a principios del siglo XX, ya no digamos hace quinientos años, en el siglo XV.
Cuando estás en estado de gracia, tus palabras golpean como un martillo. Me ha encantado. Tanto, que me he ido volando a la librería del pueblo en busca de algún libro (cualquiera) de A. Ganivet. Pero, oh, constatando tu entrada, hoy día, no interesa el autor... ni un solo título.
La vida moderna no apuesta porque disminuyan los imbéciles integrales☹️
Cuando estás en estado de gracia, tus palabras golpean como un martillo. Me ha encantado. Tanto, que me he ido volando a la librería del pueblo en busca de algún libro (cualquiera) de A. Ganivet. Pero, oh, constatando tu entrada, hoy día, no interesa el autor... ni un solo título.
La vida moderna no apuesta porque disminuyan los imbéciles integrales☹️