#71. Una película francesa oculta.
He visto una película francesa un poco rara, rara porque parece que los personajes no están sujetos a las convenciones morales de la época ( se trata de una película realizada en la década de los setenta del pasado siglo). El argumento de la película es el siguiente: Dominique y Jacques y su hija viven en el campo, en una casa a las afueras de la ciudad. La relación amorosa entre ambos parece acabada y la causa de que se mantenga es precisamente esa hija que tienen en común. Jacques tiene una amante, Haydée. Pasa pequeñas temporadas en la ciudad con ella. Dominique acepta de mala gana esta situación. Un día, estando Jacques con Haydée, la niña tiene un accidente, provocado (o no evitado) por Dominique, lo que asusta un tanto a Jacques. Una vez en el hospital, los médicos no encuentran nada grave en la pequeña, y de vuelta a casa, Dominique se deja llevar por los nervios y le monta un escándalo a Jacques, que se ve obligado a parar el coche y salir del mismo hasta que Dominique recobre la calma. Más tarde esta le confiesa que no puede seguir viviendo en esas condiciones. Jacques le aclara que está enamorado de las dos. Dominique decide marcharse y abandonarlo todo, incluida la niña, porque, como le susurra, “cada vez que te necesito me encuentro sola”. A partir de ese momento vagabundea de un lado a otro en busca de lo que no ha podido conseguir con Jacques: un poco de ternura, de amor y de alguien que se lo pueda dar. Visita a un amigo para enseñarle unos dibujos, al que se le insinúa reiteradamente. Se pone a hablar con un desconocido en un bar al que le propone irse a la cama juntos... Hastiada y sin saber qué hacer se presenta en el apartamento de Haydée y, fuera de sí, intenta hacerle el amor. Finalmente, con la excusa de su hija, se queda a vivir con los dos, repartiéndose las tareas domésticas de la casa. Haydée, aburrida de ese modo de convivencia, se va. Dominique la sigue con el coche e intenta atropellarla. La relación entre Dominique y Jacques se va deteriorando poco a poco. Al final, Dominique abandona a Jacques y se larga con la niña, quedando el hombre sumergido en una profunda soledad.
Me ha gustado mucho esta película y me sorprende que sea una película poco conocida, una película de la que no había oído hablar. Esto es una gran injusticia. No hay derecho que algunas obras arriesgadas, poco o nada convencionales, sean completamente ignoradas. El valor supremo del arte es lo diferente. El arte, igual que la vida, debe de moverse siempre en esa dirección y los verdaderos artistas son precisamente los que no pueden reaccionar a ese movimiento. Por eso cualquier obra que contenga algún elemento de discrepancia con lo hecho en el mismo campo anteriormente debe ser tenida en cuenta. Lo que parece absolutamente intolerable es que cuando una de estas obras es realizada permanezca oculta. Hay que preguntarse por el motivo de ese ocultamiento. Seguramente la humanidad nunca se ha encontrado en mayor peligro de perder obras de arte valiosas como en la actualidad. Hay que darse cuenta de que el tiempo ya no juega a favor de las obras difíciles. El futuro lo único que hará será enterrar más profundamente en el olvido esas obras. Por eso está más que claro que la educación recibida no es la idónea. La mayor parte de los que se dedican a valorar el arte no hacen lo suficiente por las obras creadas realmente por artistas que no han podido resistirse al movimiento más genuino del arte: el de discrepar con lo anterior o con lo que está de moda. Sin duda la razón de esto es la saturación de productos culturales a las que todos estamos sometidos. La mayoría no se da cuenta de lo que está pasando y disfruta de cualquier película sin importarle la existencia de obras fílmicas realizadas con un espíritu artístico mayor. Ha calado en la mayoría la idea de que todos los gustos son iguales y de que nadie debe imponer su gusto. Es algo muy grave pensar en la posibilidad de que un gran artista pueda pasar completamente desapercibido, sea completamente ignorado por todos.